En las familias en que ocurre el incesto predomina la incomunicación, la indefinición de limites, la privación emocional, las reglas rígidas, el aislamiento social y el abandono. El aislamiento social es una de las características típicas de las familias incestuosas. En estas familias los sentimientos de odio y las reacciones más fuertes se dirigen hacia la madre, que la mayor parte de las veces es consciente de esta situación.
Según Barudy[1] (1995), existen tres tipos de familia en los que, la relación incestuosa mantiene un cierto funcionamiento presentan algunas de las siguientes características:
- Padre abusador dominante, esposa sumisa dominada, hija adultificada y protectora.
- Padre abusador sumiso, esposa dominante, hija dominada.
- Padre abusador dominante, esposa dominante, hija abusada y utilizada como reguladora de la relación.
- La madre no es capaz de asegurar cuidados maternales suficientemente adecuados.
- Es incapaz de proteger a sus hijos.
- Es el objeto de esperanzas ficticias de su marido.
Otras características sobre la familia de la víctima propuestas por Miller, T. (1988) son: - Madre pasiva, dependiente y/o auto dogmática por miedo a destruir la unidad familiar.
- Relación madre – hija caracterizada por la indiferencia, hostilidad y competición.
- Pobre relación marital.
- Padre que se vuelca hacia su hija para ver realizadas sus necesidades emocionales o físicas.
- Niño(a), que se siente emocionalmente excluido y se vuelca hacia su padre para soportar su carencia emocional.
- Fronteras generacionales entre padre e hija que no son claras.
- Padres que tienen inadecuada capacidad de respuesta particularmente bajo estrés.
- Carencia de contacto sexual fuera de la familia.
[1] BARUDY, J. (1995). Programas de Formación para el Desarrollo de la Administración local.
No hay comentarios:
Publicar un comentario