jueves, 10 de julio de 2008

Abuso Sexual. Capitulo XII

TARAZONA, José Luis, MD. Departamento de Ginecología-Obstetricia. Fundación Santa Fe de Bogotá.

El riesgo de un embarazo por una violación asciende hasta 5%, por lo cual se recomienda ofrecer la posibilidad de profilaxis a las pacientes, habiendo descartado previamente un embarazo por historia clínica y pruebas de embarazo en sangre.

Las enfermedades de transmisión sexual más frecuentemente estudiadas son la gonorrea, sífilis, infección por clamidia, papilomavirus y otros causantes de vaginitis, como tricomonas y monilias.
El riesgo de adquirir estas enfermedades varía de acuerdo con la edad y el sexo de la víctima. Parece que el estímulo hormonal luego de la pubertad puede alterar la transmisión de algunas enfermedades en forma no muy clara. Se estima que la prevalencia de gonorrea en mujeres violadas es de 0-26%, la de infección por clamidia de 4-17% y de sífilis de 0-5,6%. El riesgo de infección por VIH existe, pero no hay consenso sobre la necesidad de iniciar profilaxis en todos los casos.

Más de 90% presentan algún tipo de lesión genital que puede ser corroborada dentro de las 48 horas después del trauma. Este porcentaje es muy alto si se compara con 10% de las pacientes con lesiones leves luego de coito consentido.

Las estructuras anatómicas más frecuentemente lesionadas en su orden son: labios menores, himen, fosa navicular, ano, cérvix, vagina, periné, región periuretral, labios mayores y recto. Es necesario tener siempre en mente el riesgo de lesión intraabdominal en especial en adolescentes menores y en infantes. Otro tipo de trauma, como por ejemplo fracturas o trauma craneoencefálico, debe ser siempre tenido en cuenta y explorado exhaustivamente, especialmente en los casos en que el agresor ha usado la fuerza y la violencia física.

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